Tan cerca y tan lejos, como enero y diciembre.

Me acuerdo perfectamente de la primera carta que me escribiste, veintiséis líneas, ciento veinte palabras, quince comas, treinta acentos, un par de te quiero's y mentiras, muchas mentiras.
Te odio, te odio muchísimo. ¿Por qué te fuiste de mi vida cuando más te necesitaba? Y lo peor.. ¿Por qué me prometiste tantas cosas cuando ya sabías, de sobra, que no las ibas a cumplir?
Encontraré la manera de quererte menos, y así acabaré olvidándote.
No.
La verdad es que no.
¿Cómo me voy a olvidar de ti, cuando todo en esta maldita ciudad me hace recordarte? Me cuesta encontrar algún rincón que no tenga algo que ver contigo.
Rompí todas nuestras cartas, y todas nuestras fotos. Pero al final del día acaban por juntarse, y no hay noche que no lea alguna.
Tu sonrisa me daba la vida, y tus besos ya ni te cuento.
Estábamos haciendo historia, aunque nadie vaya a estudiarnos nunca. Y sigo sin entender por qué te fuiste.
No te voy a pedir que vuelvas, porque no tengo claro que quiera volver a verte. Me has hecho tanto daño.
Hemos pasado tantos días juntos, que ahora me siendo demasiado sola. Ya no tengo a nadie que me de los buenos días, o que me despierte a besos.
Era tan bonito abrir los ojos un domingo por la mañana y que lo primero que viese fueses tu. Quizás ahora otra te vea todas las mañanas. 
Pero lo peor, lo peor de todo es que me prometiste que nunca me ibas a dejar sola, y aunque ya no seas mi novio sigues siendo importante para mi. Ya no se ni donde estás. Y eso me jode.
Día tras día escucho nuestra canción, y lloro. Yo creo que si sigo así me voy a quedar sin lágrimas. 
Te pienso y te busco en cada rincón de mi cuarto. Que quieres que haga, si todo me recuerda a ti.
Tu olor se ha quedado impregnado en mi cuarto, y supongo que eso es lo que me hace no olvidarte. 
Fuiste como eso que quería encontrar, pero que no sabía que existía. Como la primera vez que escuchas tu canción favorita. O el primer baño del verano. Todo lo que buscaba, y cuando más lo necesitaba.
Y ahora que ya no estás me siento tan vacía.
Quizás encuentre a otro que me haga sentir lo mismo, que rompa todos mis esquemas y que me haga olvidarte. Pero me gustaría que siguieras conmigo. Porque por encima de todo eres mi amigo. Por muy lejos que estés. Sabes que eres, principalmente, como un hermano para mi. Dejando atrás toda nuestra historia de amor. Que al final resultó que no era de amor.
                                                                                                                           -Ann.