Cansada, agobiada, triste... adjetivos que indican cómo me siento en este momento. Estoy harta de todo, no aguanto más estar así. Todo lo que me rodea, lo que pasa a mi alrededor. Siento que la gente me observa pero a la vez me siento invisible, como si no fuera nada para nadie, como si yo no importara, como si a todos les diese igual. Cada vez que paso por algún sitio, alguna calle, algún lugar.... no puedo evitar sentirme mal, vacía, es como si todo estuviese en blanco. Miro a mi alrededor y lo único que consigo ver es a millones de personas que ni sé cómo lo están pasando, la gente no suele contarme mucho sus problemas y eso en mi interior me duele, siento que la gente no confía en mí, que las personas llegan y se van como una tormenta en invierno.
Cada minuto que pasa me siento más rara, más desconocida, pero siempre siendo la misma tonta que piensa demasiado, se ilusiona más de lo necesario y que se inventa mil historias en la cabeza que luego no me dejan tranquila, me inquietan y yo ya no sé qué hacer. Necesito ayuda sí, pero tengo a poca gente a la que acudir y no quiero parecerles pesada o una persona que tiene unos problemas de otro mundo.
Ahora tan sólo necesito un pequeño soplo de viento, un pequeño soplo que cada vez se convierta en algo más grande hasta llegar a ser un torbellino, pero... ¿un torbellino de qué exactamente?
-Trumi
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