Me despierto todos los días. Y lo primero que hago es abrir los ojos con la ilusión de verle ahí... a centímetros de mi.
Y nada.
Como todos los días, me levanto. La verdad es que hay muchos días en los que no me apetece levantarme, más de la mitad del año, por no decir los 365 días.
Que si en invierno hace mucho frío... Que si en verano hace mucha calor...
Siempre encuentro alguna excusa que no tiene nada que ver con el real motivo que me hace no sacar fuerzas de dentro para ponerme de pie y empezar un nuevo día.
Y cuando, por fin, consigo sacar esas fuerzas de las entrañas respiro profundo intentando aparentar ser una chica fuerte. Forzando una sonrisa, que, ni de broma es real.
La verdad es que todos piensan que soy una chica a la que le da igual todo. O por lo menos esa es la impresión que creo que tienen ellos de mi.
No me defino como una chica débil. Por que se, de sobra, que no lo soy. Aunque a veces me haga la tonta soltando alguna lágrima. Que siempre viene bien. Pero yo soy fuerte.
Supongo que he caído tantas veces que ya eso de ''llorar lavarme la cara y sonreír'' lo hago por rutina. Pero, la verdad es que no soy tan fuerte como digo ser. Me gustaría serlo. Como me gustaría levantarme a su lado todas las mañanas.
Pero no.
Tampoco.
Y después esta esa gente que te dice que sonrías. Que nada es permanente. Que todo es temporal. Que te dicen que lo mejor esta por llegar. Yo eso ya no me lo creo. Llevo esperando mucho tiempo aguantando mucho, fingiendo muchas sonrisas.
Ojalá algún día, venga alguien que me haga creérmelo. Confiar en sus palabras, y saber, que hay un futuro mejor.
De momento, voy a seguir. Con mis mas y mis menos.
Con más menos, que mas.
-Ann.
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